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sábado, 11 de agosto de 2012

Lo Bueno de ser un Siervo de Dios. Isaias 42-44


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Muchas personas se llaman siervos solo porque hablan de las maravillas de Dios. Pero ser un verdadero siervo de Dios implica mucho más que eso, no todo el que me dice señor, señor entrara en el reino de los cielos. Mateo 7: 21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Un siervo es aquel que está sometido de manera total a alguien, en este caso siervo de Dios es aquel que está sometido de manera total a Dios.

Pero hoy  no vamos hablar acerca de cómo es un sirvo o como llegar a serlo, vamos hablar acerca de las bondades de servir a Dios. Lo bueno de ser un siervo de Dios. es muy difícil amar algo cuando no conocemos las bondades de eso que vamos hacer.
Para poder tener un criterio claro a la hora de escoger a quien servir sea de manera espiritual o de manera secular, es necesario que conozcamos lo que nos ofrece cada una de las partes, si tú tienes dudas acerca de con quién trabar entre las ofertas que tienes es necesario que conozcas que es lo que cada uno te ofrece.
Primero que todo debemos tener muy en claro la propuesta de Dios. El  está dispuesto a darnos cien veces más de lo que nosotros dejemos por servirle. Mateo 19: 29 “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
Además de esta tremenda oferta, y digo tremenda oferta porque en el mundo nadie nos va a dar tanto por nuestro esfuerzo. Además de esto tendremos:
1. DIOS NOS SOSTIENE: V 1 “He aquí mi siervo, yo le sostendré;” no tenemos que preocuparnos Dios se encarga de nosotros, un salario en el mundo muchas veces no nos sostiene, Dios si lo hace.
2. ALEGRAMOS EL CORAZÓN DE DIOS: V 1 “mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento” la única forma que tenemos para sacarle una sonrisa a Dios es a través del servicio, el portarnos bien es nuestra obligación, el servirle una decisión.
3. DIOS NOS DA DE SU ESPÍRITU: V 1 “he puesto sobre él mi Espíritu;” solo el espíritu de Dios es quien nos convence de pecado y nos permite serle fiel a Dios.
4. SOMOS DE GRAN ESTIMA PARA DIOS: 43: 4 “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Dios no solo nos ama por ser nuestro padre, también nos estima por ser útiles para su obra de salvación. Y por lo tanto nos hace merecedores de su ayuda.
5. DIOS DA UN PROPÓSITO A NUESTRA VIDA: 42: 4 “No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.” Solo cuando tenemos un propósito claro en nuestra vida somos capaces de luchar sin cansarnos, sin desmallar, no nos resignamos, luchamos.
                                  5.1. El propósito de un siervo de Dios: dar libertad. 42: 7 “para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.” Hay muchas personas cautivas de prejuicios, adicciones o simplemente presos de una mala manera de vivir. Es nuestra obligación conducirlos a la libertad. Y esto solo lo logramos a través de un buen discipulado.
6. DIOS NOS RESCATA: 43: 1 “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.” Cristo nos redimió por eso le pertenecemos doblemente, el nos dice mío eres. ¿Alguna vez has escuchado  la historia del niño que se  hizo un lindo barquito de  juguete?   Era un barco de  vela muy elegante.  Lo quería mucho, y le gustaba  jugar con él.  Un día lo llevó  al arroyo cerca de su casa, y lo puso a flotar en el agua.  De repente sopló un airecito  más fuerte, que lo empujó más allá de lo que el niño pudo alcanzar.  La corriente se lo  llevó y el barco se le perdió.  El niño se puso muy triste, porque quería mucho su  barquito que él mismo había hecho con tanto cariño.  Varios días después, el niño andaba en el centro del pueblo y vio su barquito en una  tienda de juguetes y regalos.  ¡Estaba en venta!  El niño se dirigió con el dueño de la tienda.  “¡Ese barco es mío!” le dijo.  “¡Yo mismo lo hice!   “Puede ser que sí,”  dijo el hombre,  “Pero yo pagué buen dinero por este barquito.  Si tú lo quieres, me lo tienes que comprar.”  El niño trabajó muy duro para ganar el dinero que se necesitaba para comprar su  barquito de nuevo.  Luego, se fue otra vez a la tienda y se lo compró.  Cuando salió de  la tienda llevando su barquito, lo miró con mucha satisfacción.  Lo sostenía en sus manos, y dijo a su barco, “Ahora eres dos veces mío.  Yo te hice, pero luego te  perdiste.  Ahora te compré de regreso.  Ahora eres mío otra vez.”  Comprar de nuevo algo que antes era tuyo, es redimirlo.
7. DIOS ES NUESTRO PROTECTOR: 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” Dios no dice no pasaras por el agua, el dice cuando pases, esto significa que tendremos que pasar por el agua, solo que él estará con nosotros para ayudarnos, note que por lo que Dios permitirá que pasemos es por el fuego y por el agua, dos elementos que sirven para dar temple al verdadero acero, para que una espada de acero tenga el temple necesario tiene que ser pasada por el fuego y por el agua. Tú y yo somos como el acero, por eso Cristo quiere darnos el temple para ser buenas espadas, es decir buenos siervos.
8. PARA DIOS SOMOS VALIOSOS: 43: 4 “Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Dios no se fija en nuestras limitaciones, cuando estábamos en el mundo éramos despreciados, tal ves como moisés tartamudos, pero para Cristo somos lo mas valioso, y por eso nos usa como sus siervos así humanamente no lo merezcamos.
9. Somos hechos por Dios: 43: 7 “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.” Lo más hermoso es saber que no somos obra de la casualidad, Dios mismo nos creo, nos formo y nos hizo. El nos llamo porque sabe que somos capaces. No somos hechos de papel, somos de acero para poder resistir.
10. Somos testigos de Dios: 43: 10 “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.”  El confía en nosotros para que el mundo sea salvo. No lo decepcionemos. 44: 7-8 “¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir.  44:8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
QUE ES LO QUE IMPIDE QUE AVANCE UN SIRVO DE DIOS:
1.      Vivir del pasado: 43: 18 “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.” el sufrir por lo que hicimos o dejamos de hacer, se convierte en una pesada cadena que nos impide avanzar, hay gente que vive de los triunfos del pasado y no lucha por conseguir nuevos logros en su vida.
2.      No creer que Cristo nos hace de nuevo: 43: 19 “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Si nos arrepentimos de corazón, con Cristo siempre tendremos una nueva oportunidad. Dios es capaz de crear cosas nuevas aun de las cenizas.
3.      No creer que Cristo perdono nuestros pecados: 43: 25 “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.”  El único que se acuerda de nuestros errores para estarnos atormentando es Satanás. Tu ya eres nuevo disfruta de tu nueva vida y no vuelvas a pecar.
4.      No creer que Dios nos escogió: 44: 1-2 “Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí.  44:2 Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí” Dios lo afirma y lo reafirma, ¡yo te escogí!, no temas, no fueron los hombres quienes nos escogieron, fu Dios, no fuimos nosotros quien escogimos servirle fue él quien nos escogió, cuando Cristo llego a nuestra vida estábamos en la inmundicia, y muchos renegábamos de Jesucristo.
5.      El no creer que Dios está con nosotros: 43: 5 “No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.” Hay muchas personas que creen que Dios ya los ha abandonado, Jesucristo dice que donde hay dos o tres en su nombre ahí esta él, Mateo 18: 20. “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”Dios está con nosotros no porque lo merezcamos, sino por su promesa, el siempre cumple sus promesas.
Ser un siervo de Dios es maravilloso, solo inténtalo y disfruta de lo bueno de ser un siervo. La mejor inversión que podemos hacer, es servirle Dios; nosotros nos encargamos de las cosas de Dios y él se encarga de las nuestras. El encargarnos de las cosas de Dios, es más un decir, porque la verdad es que nosotros tan solo hacemos una mínima parte el resto lo hace Dios.

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