Protección es cuidar de algo o de
alguien. La protección de Dios es ese sentimiento de tranquilidad, de paz, es
saber que no hay peligro.
Un bebe cuando esta con sus padres
se siente tranquilo, no tiene temor.
Dios
quiere protegernos, el quiere que sepamos que él es nuestro padre y que estando
a su lado podemos sentir la misma sensación de protección que tiene un bebe, al
estar en el pecho de su madre o de su padre.
Para poder sentir y gozarnos de la protección
de Dios es necesario que sepamos qué:
1. Dios está cerca muy cerca de
nosotros. V 8 “Cercano
está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el
adversario de mi causa? Acérquese a mí.” No solo debemos creer que Jesucristo
está a nuestro lado debemos estar seguros porque es su promesa. Mateo 18: 20 “Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos.” Cristo está
con nosotros más que por nosotros, el lo está porque lo prometió.
2. El nos llamo. V 49 “Oídme, costas, y escuchad, pueblos
lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo
mi nombre en memoria. ” Debemos creer que no somos obra
de la casualidad, o por el descuido de nuestros padres, nosotros somos obra de
las manos de Jehová, tal vez no estuviste en los planes de tus padres, pero si
debes estar seguro(a) que estuviste en los planes de Dios, tu y yo ya estábamos
en la memoria de Dios.
Dios nos llama a pesar de nuestras circunstancias
o lo que estemos viviendo. 51: 2 “Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara
que os dio a luz; porque cuando no era más que uno solo lo llamé, y lo bendije
y lo multipliqué.”
3. Saber quién soy. 49: 3 “y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel,
porque en ti me gloriaré.” Para lograr cualquier cosa en la vida es necesario saber
quiénes somos, solo de esta manera sabremos de que somos capaces. En lo
espiritual es verdad que somos hijos de Dios, pero también somos sus siervos,
es decir ayudamos en su obra, el hecho de que un hijo ayude a sus padres en lo
que ellos trabajan no lo degrada de su posición de hijo, antes por lo contrario
es de gozo para sus padres.
Dios no llama sus siervos a
cualquiera, para esto tiene que ser de gran estima. 49: 5 “Ahora pues, dice Jehová, el que me
formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y
para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jehová, y el
Dios mío será mi fuerza);”
4. tengo que conocer mi propósito. ¿Para qué
me llamo? ¿Para qué estoy en esta tierra.
Solo cuando sabemos que es lo que
tenemos que hacer, lo hacemos bien y lo disfrutamos: los que además de ser
hijos de Dios nos consideramos sus siervos somos llamados para:
4.1 Restaurar: 49: 8 “Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te
oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al
pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades;”
4.2. Dar libertad. V 9 “para que digas a los presos: Salid; y a los que están en
tinieblas: Mostraos. En los caminos serán apacentados, y en todas las alturas
tendrán sus pastos.”
4.3. Ser luz. V 9 “y a los que están en tinieblas:”
4.4. Dar alabanza. V 13 “Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y
prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jehová ha consolado a su pueblo, y
de sus pobres tendrá misericordia.” Dios quiere que lo adoremos en espíritu y verdad.
5. Debo estar seguro que servir a
Cristo trae recompensa. 49: 10 “No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los
afligirá; porque el que tiene de ellos misericordia los guiará, y los conducirá
a manantiales de aguas.”
5.1. Dios nos ayuda avanzar. V 11 “Y convertiré en camino todos mis
montes, y mis calzadas serán levantadas.” Dios dispone las cosas para que
todo nos salga bien.
5.2. Dios nos protege. 51: 12, 50: 7 “51:12; 7 Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me
avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré
avergonzado.”
La seguridad de sentirnos
protegidos nos da ánimo y fortaleza para seguir adelante. No importa por las circunstancias
que estés pasando, siempre recuerda que Cristo te ama y su anhelo es cuidarte.
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