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Para hace algunos años hablar de la posibilidad de comprar algo sin dinero era imposible, (no incluyendo el trueque) hoy en día en la búsqueda de dar mejores oportunidades los sistemas financieros del mundo han implementados formas de comprar sin dinero, esto no quiere decir que sea gratis, lo que sucede es que se han inventado otros medios que pueden remplazar el utilizar el dinero de manera inmediata, se puede comprar con tarjetas de crédito, con vales, con cheques posfechados etc.
Antes de que el hombre inventara la
forma de comprar sin dinero ya Jehová de los ejércitos lo había hecho, con el
podemos comprar sin dinero. V 1 “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no
tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.” Note que
la invitación es a comprar no a recibir regalado. Hay muchos que consideran que
la salvación es gratis.
La salvación no es gratis, es muy
costosa la única forma de pagarla era con la vida, Cristo pago ese precio para
que nosotros no tengamos que comprarla con nuestra vida ni con dinero. Es
verdad que la salvación no nos cuesta, lo que nos cuesta es conseguirla, el
siguiente ejemplo puede ayudarnos a entenderlo: si alguien compra toda la
producción de leche de una región que queda a unas dos o tres horas de la
ciudad. Y saca un anuncio diciendo que cualquiera puede ir a ese lugar y llevar
gratis toda la leche que quiera la cantidad que desee hasta dos o tres millones
en leche. ¿Cuánto le cuesta la leche? ¡Nada! ¿Pero será que puede llevarse tres
millones de leche en una cantina? Para hacerlo tendría que contratar un
vehículo apropiado para tal fin, y eso es lo que en realidad le cuesta, no la
leche sino el transportarla.
Dios nos hace una invitación pero
no a cualquiera, la invitación es solo aquellos que tienen sed, que anhelan. V
1 “A todos los
sedientos: Venid a las aguas;”
Con Cristo si podemos comprar sin
dinero. ¿Qué necesitamos?
1. Oir y acercarme. V 3 “Inclinad vuestro oído, y venid a mí;
oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias
firmes a David.”
2. Buscarlo. V 6 “Buscad a Jehová mientras puede ser
hallado, llamadle en tanto que está cercano.” Recuerda que no siempre se lo
podrá encontrar. Aprovecha mientras puedas.
3. Dejar el mal camino. V 7 “Deje el impío su camino, y el hombre
inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” Es
necesario tomar la decisión de cambiar, de dejar a un lado nuestra vana manera
de vivir, para poderlo lograr es necesario que cambiemos nuestra manera de
pensar, nosotros somos lo que pensamos, cambia tu manera de pensar y cambiara
tu manera de vivir, si piensas como pobre siempre vivirás como pobre.
Nosotros debemos tener la mente de
Cristo por lo tanto también sus pensamientos. 1 Corintios 2: 16 “Porque ¿quién conoció la mente del
Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
El problema del pueblo de Dios es
que pensaba muy diferente a como pensaba Jehová. V 8-9 “Porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 55:9 Como son
más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros
caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
4. Creer en la Palabra. V 10-11 “Porque como desciende de los cielos la
lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” La palabra de Dios tiene poder, es capaz de prosperarnos y hacer que todo lo que hagamos nos salga bien. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” La palabra de Dios tiene poder, es capaz de prosperarnos y hacer que todo lo que hagamos nos salga bien. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
Si oímos a Dios, si lo buscamos, si
dejamos nuestro mal camino, y creemos en su palabra podremos comprar sin
dinero, salvación, y también prosperidad aquí en la tierra. V 12-13 “Porque con alegría saldréis, y con paz
seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de
vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 55:13
En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y
será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.”
Con Cristo podemos comprar sin
dinero, búscalo mientras lo puedas encontrar.
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