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Ser un verdadero padre es mucho más que simplemente engendrar un hijo. Antes de pensar en engendrar, deberíamos preguntarnos: ¿quiero tener un hijo o quiero ser padre?
Querer
tener un hijo es una de las decisiones más importantes en la vida de un ser
humano, creo que es un momento trascendental y que debe de estar bien pensado,
bien planeado y buscado con mucho amor… sin embargo, me pregunto cuántos padres
realmente viven este proceso de búsqueda de un pequeño.Ser un verdadero padre es mucho más que simplemente engendrar un hijo. Antes de pensar en engendrar, deberíamos preguntarnos: ¿quiero tener un hijo o quiero ser padre?
Una de las realidades que vivimos en pleno siglo XXI es que la mayoría
de las mujeres y hombres viven la maternidad y la paternidad sin ni siquiera
haberla buscado, es algo que llega, que sin más, aparece en la vida y con mucho
miedo o sin pensarlo comienzan este nuevo camino en sus vidas.
Por otro lado, también encontramos papás que desean con toda su alma
tener un hijo, sin embargo, el móvil principal para ser padres más que la
llegada de un pequeño a su vida, es el hecho de ser padres. Creo que la
obsesión de la paternidad o la maternidad también es algo que hay que
replantearnos ¿por qué ser padres? Quiero un hijo para realizarme yo, o quiero
a un hijo para que se realice ÉL en este mundo.
Ser un verdadero padre es ser un alfarero alguien que da forma. Jehová
es nuestro padre. Antes de nacer el ya nos estaba formando. Salmo 139: 13 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me
hiciste en el vientre de mi madre.”
Parte de la formación de un hijo es enseñarles y hacerles entender el
camino que tienen que seguir. Salmo 119: 73 “Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y
aprenderé tus mandamientos.”
Antes de tener un hijo nosotros deberíamos estar formándolo en nuestra
mente y en nuestro corazón, como quieres que sea tu hijo cuando grande, esa es tu responsabilidad.
Lo importante de tener un buen padre es que con el todo lo tenemos, Jehová
es nuestro padre y con el nada nos hace falta, ¿Qué necesitamos para tener su
protección?
1. Aceptar que Dios es nuestro padre. Isaías 63: 16 “Pero tú eres nuestro padre, si bien
Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre;
nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.” Cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón pasamos a ser hijos de
Dios. Juan 1: 12 “Mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios;”
1.1.El aceptar que
Dios es nuestro padre nos obliga a tenerle honra o respeto. Malaquías 1: 6 “El hijo honra al padre, y el siervo a
su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde
está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que
menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?”
1.2.El aceptar que Dios es nuestro padre nos lleva a obedecerle. Lucas 6: 46 “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
1.2.El aceptar que Dios es nuestro padre nos lleva a obedecerle. Lucas 6: 46 “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
2. Aceptar que nuestra vida está en manos de Dios. Isaías 64: 8 “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro
padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos
somos todos nosotros.” Un verdadero
padre es un alfarero y sus hijos barro para ser moldeado. Hay muchos niños de
doce años que tienen hijos. ¿Tú crees que ya están listos para moldear la vida
de alguien?
El alfarero siempre tiene un plan para el barro en su mente, el ya sabe
que vasija quiere hacer. Efesios 2: 10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas.” Dios ya sabe que lo que va a pasar con tu
vida.
Dios ya tiene un plan contigo. Jeremías 29: 11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo
acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros
el fin que esperáis.” Deja que él
te guie en dirección al plan. Si
luchamos en nuestras fuerzas tal vez nos quedamos cortos. Dios tiene para
nosotros mucho más de lo que nosotros nos proponemos en nuestras fuerzas.
El barro no sabe lo que el alfarero va hacer con él. 1 Corintios 2: 9 “Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” Nosotros como barro no sabemos qué plan tiene Dios con nosotros, pero si podemos estar seguros que Dios tiene grandes cosas para nuestra vida.
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” Nosotros como barro no sabemos qué plan tiene Dios con nosotros, pero si podemos estar seguros que Dios tiene grandes cosas para nuestra vida.
Dios utiliza las manos de otros para darnos forma: pastores, hermanos,
pero en especial el utiliza las manos de nuestros padres. Un padre es un
formador, pero si tan solo es un simple papá, en lugar de formar deforma.
Si quieres ser
perfecto no te resistas a la formación que nuestro maestro alfarero quiere
darnos. Romanos 9: 20- 21 “Mas
antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de
barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? 9:21 ¿O no tiene potestad el
alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro
para deshonra? ”
El barro no se puede auto modelar. En la casa podemos leer la biblia
pero es en la casa del maestro, en el templo donde Dios nos moldea. Jeremías
18: 1-4 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 18:2
Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.”
18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.”
Esto es similar a lo que sucede cuando alguien tiene una venda en alguna
herida de su cuerpo; en la casa el va a tratar de sacarse la venda con mucho
cuidado y tratando de no causarse dolor, en este intento por lo general siempre
termina no haciéndose bien la curación, provocándole en muchos casos problemas
de infección. Si yo leo la biblia solo en mi casa, la puedo leer de acuerdo a
mi conveniencia haciéndome pacito, tratando de no causarme dolor, de esta forma
prefiero leer las partes de la biblia donde dicen que Dios es amor y que él no
castiga.
La vida es como la rueda, giramos y giramos y muchas veces tenemos
caídas y problemas. Que no entendemos que son para nuestro bien. Romanos 8: 28
“Y sabemos que a los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme
a su propósito son llamados.”
El horno son las pruebas que tenemos que soportar, si la vasija no es
pasada por el horno no sirve para lo que fue creada.
La perfección del trabajo del alfarero depende del barro, se necesita de
un buen barro, el buen barro es moldeable, nuestra disposición nos convierte en
buen barro para crear una vasija excelente y perfecta.
¿Qué
clase de barro quieres ser? ¡Esa es tu decisión!
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